Ensayos de producto exigentes

Quienes quieran encontrar la onda perfecta, no tienen que buscar muy lejos. Basta con mirar la cámara de medición, donde comprobamos la resistencia a interferencias electromagnéticas y la radiación de los teléfonos. En efecto, no debe producirse ningún fallo de funcionamiento al interactuar los dispositivos electrónicos. En una sala blindada se realizan ensayos de la sensibilidad del receptor de los dispositivos y se ajusta a una milmillonésima parte de vatios. En el ensayo de la compatibilidad electromagnética también se comprueba la capacidad de carga: en nuestros teléfonos, por ejemplo, no influyen las estaciones de radio y los teléfonos móviles, resisten incluso descargas electrostáticas de más de 10 000 voltios. Y esto lo certifica el distintivo CE.

En el siguiente paso de nuestra serie de ensayos de producto, los teléfonos y smartphones se encierran completamente en una funda de polvo. Deben funcionar correctamente, incluso en condiciones adversas. Por supuesto, esto incluye la suciedad, y como algunas de las partículas de polvo son persistentes, controlamos si se adhieren dentro de los dispositivos. Para eso es la funda de polvo, para eso es nuestro ensayo de resistencia al polvo y resistencia del teclado: solo si después de 100 000 accionamientos de las teclas no hay polvo debajo de la cubierta de la pantalla y las teclas están correctamente, los dispositivos pasarán la prueba.

Este tejido nunca pasará de moda "I pull my Blue Jeans on, I pull my old Blue Jeans on", dice una famosa canción de los años setenta. Y, como muchos teléfonos se meten en pantalones vaqueros, o chaquetas y camisas del mismo tejido, realizamos un ensayo de resistencia al material. Durante el ensayo de bolsillos vaqueros, los teléfonos se meten en los bolsillos de los pantalones... ¡un total de 5000 veces! Con mucha frecuencia, no son los únicos habitantes de los bolsillos, así que se enfrentarán al polvo, a las fibras y puede que incluso al tabaco. De esta manera podremos comprobar tanto la resistencia al polvo de los dispositivos, como la resistencia de la pintura de la carcasa. Y ahora solo nos queda una pregunta: ¿qué aguantará más? ¿El teléfono? ¿O los vaqueros azules viejos?

Y ahora le sacamos los colores. En el siguiente paso de nuestra serie de ensayos de producto, medimos la estabilidad del color de los teléfonos. ¿Qué significa esto exactamente? Controlamos si las superficies también soportan cargas extremas. Y para ello nos tomamos mucho tiempo: en primer lugar exponemos los dispositivos a una fuerte luz artificial durante 305 horas, para medir seguidamente los cambios de color. Porque los colores tienen que aguantar incluso bajo la fuerte luz del sol. Si después de esto los colores de los teléfonos siguen brillando como antes, habrán superado el ensayo UV.